Hasta pronto, alejandrinos

10:53



Es esta la semana de las despedidas y si ya me puse ñoña en alguna otra entrada, en esta aún tengo más razones para hacerlo. Intentaré no explayarme demasiado pues ya Paqui y Juan han dicho prácticamente todo lo que yo podría haber dicho.

Empecé esta asignatura con recelo y algo de temor a lo desconocido a la que le siguió cierto estrés y trabajo constante que me tuvo al borde (y no tan borde) de un ataque de nervios. Ahora que esto termina, sin embargo, noto que esta es la asignatura que más me ha marcado y, creo, la que recordaré más cuando les hable a mis nietos de mis andaduras estudiantiles, junto con mis meses de Erasmus. Algún día os contaré mi teoría sobre como los Erasmus son la mili del siglo XXI, salvando graaaandes distancias, por supuesto. A lo que iba: han sido cuatro meses intensos de los cuales he ganado, no sólo conocimientos académicos y herramientas nuevas para utilizar en el futuro —yo también os miro a vosotros, mapas conceptuales— sino tres personas a las que me gustaría llamar amigos. 

Lo que no querría perder es el contacto con ellos y que el buen rollo que hemos tenido no se pierda —alejandrinos, ¡ya estamos decidiendo el método escogido para seguir comunicándonos!—. Aunque no me preocupa porque sé que encontraremos la manera. No hay decisión que se nos haya resistido hasta ahora. 

No me queda mucho más que añadir aparte de deciros que esto no es un adiós sino un hasta pronto porque sé que seguiremos en contacto, ya sea mediante e-mail o coincidiendo en asignaturas futuras o encontrándonos in real life. O una suma de todo ello.

Nada más que deciros, hoy os dejo con una canción del cantautor catalán Lluís Llach —he encontrado un vídeo con la letra traducida, you’re welcome— que es muy típica en despedidas. Ya sea de trabajo o estudiantiles. La pusieron, precisamente, durante las orlas de mi instituto cuando pasaron el típico video con fotos de nuestros años en el centro. Todo muy tierno y bonito. Además, le tengo cierto cariño ya que es una de las canciones estrella en el repertorio de mi familia. Porque sí, en mi casa somos los típicos raritos que cantaban —a grito pelado— cuando viajaban en coche. Ahora se nos ha pasado un poco, porque la edad no perdona, pero estas son cosas que marcan la infancia de una, quieras o no. Y seguimos cantando, por supuesto, las malas costumbres no hay que perderlas nunca del todo.



You Might Also Like

2 comentarios

  1. Me vais a matar con tantas emociones. ¡Ya solo queda el remate de Bacary! :_(

    ResponderEliminar
  2. Es la primera vez que oigo esta canción. ¡Me ha gustado muchísimo! Me trae cierta nostalgia.

    Adriana, gracias por todo lo que has aportado al grupo, en especial tu ojo para el detalle! Eres mejor que muchos correctores ortográficos juntos. Estoy seguro de que te queda mucho por demonstrar a lo largo de percurso por la UOC. ¡Tienes un excelente expediente académico!

    Un gran abrazo,

    ResponderEliminar

Subscribe